NAVIDADES, REBAJAS, MAS BAJAS, MAS SUBES… Y CONCIERTOS VARIOS

Ay cachis!!! Va ser que se me ha ido un poco la mano, que me he dejao un poco, vamos. Pues si, que ya me vale, que si tienes un blog (suena como cuando vomito, lo juro) debes contar algo de vez en cuando. Lo admito, cuando pasaba horas muertas en la tienda; horas de baja productividad intelectual de piscina en piscina, casa en casa sin más preocupación que el fluir hidráulico y eléctrico de las piscinas; mantenía mi mente descansada para lo abstracto, lo absurdo, lo pretérito y lo futuro. Pese a tener muchas ideas para entradas, lo que no tengo son ganas de pasar el tiempo escribiendo (salvo momentos como este).
Voy con las Navidades, ea! Que gran idea conducir hasta Asturias pudiendo ir en avión, me sorprendo de lo mamón que soy generalmente. Para mas fastidio, mi amiga Luthea Salom, tocaba en Santander dos horas después de pasar yo por ahí y no pude quedar a verla (me desquité en Barna hace 15 días). Fueron diez días fabulosos como siempre, marcados por esa frase de
recibimiento de mi madre: “Rober, que gordo; hay verdines en esa pota” (ver foto). La única nota mala fue un cáncer linfático que tiene a Alberto fuera de juego.

Ya en Girona todo vuelve a la rutina y la norma, trabajo y frío… y calor (porque menudo invierno mas tonto) nos plantamos en Barna, en el Campeonato de Catalunya Infantil. Mucha natación y un poco de buena música con Luthea en el Paralell; buenas vibraciones, como dirían los Beach Boys.
Así nos plantamos el sábado pasado antes del mediodía en La Parada, al lado de la ITV zampando un cuarto de pollo a la brasa con torradas y allioli. A la una salía de Montgó hacia Punta Milá, de ahí a Punta Ventosa, para seguir el GR-92 hasta Cala Ferriol, muchas fotos bonitas y un video para recordar ese sábado y un domingo de resfriado en la cama, que todavía dura.









El jueves 24 era momento de concierto en el Soul Café, como presentación del Black Music Festival de este año. Joanjo Bosk no es un dechado de virtudes vocales, hay buena técnica, mas con la harmónica que con la voz, pero falta “duende”, como diría Raimundo o Morente; ya que el Blues y el Flamenco son lo mismo. No aguanté mucho, en My My Hey Hey sentí tal carencia de garra, de duende, que decidí marcharme a casa. Allí dejé a varios “perro coche” (esos que cabecean afirmativamente como los perritos que decoraban los coches en los 70’s), ponen el ceño fruncido, cabecean y parece se saben todas las canciones. Peor son los zopencos, bocazas, infra-normales, que gritan “BUEEE” en medio de cualquier canción, que hablan con su “churri” sin parar; y si están justo detrás de ti es el colmo. Los musiquillos listillos. Los alcaldes joviales que parecen en constante campaña. Allí estaban todos cuando me fui, disfrutando del concierto; tanto como yo disfruto pensando en la visita a Girona de Eli “Paperboy” Reed, Esperanza Spalding o Morcheeba.
También disfruto mucho cuando me cruzo en la red con esos y esas músicos que dentro de unos años serán la referencia de tantos jóvenes como ellas, Rebecca y Megan Lovell.
LARKIN POE RULES!!!